Beneficios del alcaucil

La alcachofa o alcaucil es mucho más que un alimento sabroso y depurativo, se revela, además, como un recurso natural ideal para prevenir y tratar diferentes afecciones metabólicas, como el colesterol alto o la hipertensión.

En primer lugar, sobresalen sus propiedades digestivas: es de ayuda para el tratamiento de enfermedades tales como la anemia, la diabetes, la gota, el reuma y también para los cálculos en la vesícula biliar. Asimismo, es un excelente depurativo y desintoxicante por lo cual se la indica en tratamientos de reumatismo y artritis.
Por otro lado, contienen fitoesteroles que son sustancias que ayudan a restringir la absorción del colesterol a nivel intestinal; de esta manera, se impide su acumulación en el organismo y ayuda a evitar la ateroesclerosis y, como resultado, las posibles enfermedades coronarias. En otras palabras, al contribuir en la reducción del nivel de colesterol en la sangre, se obtiene una mejora en cuanto a los problemas de presión arterial y también previene la ateroesclerosis.
La lista de ventajas es realmente amplia y se complementa con su gran utilidad en casos de estreñimiento, diarrea, náuseas, y vómitos. Además, ayuda a mantener el nivel de glucemia en sangre y eso significa que es una muy buena opción para las personas diabéticas.

Otras peculiaridades

El alcaucil es ideal para controlar el apetito, porque produce una sensación de saciedad que resulta fundamental para mantener una dieta dirigida a bajar de peso. A esto se suma que cada 100 gramos de esa hortaliza el aporte es de apenas 17 calorías, debido a su alto contenido de agua.
Si todas estas razones no son suficientes, entonces cabe agregar que también aporta vitaminas A y B6, calcio, fósforo, magnesio, potasio, sodio, hierro y glúcidos.

¿Qué contraindicaciones tiene el alcaucil?

Está contraindicado en casos de obstrucciones de los conductos biliares. En caso de litiasis biliar, consultar a un especialista antes de su uso. Está contraindicado también durante el embarazo y la lactancia, debido a que los principios amargos pueden pasar a la leche. ¤