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MARZO 2009
      8 La Revista Argentina

                                                    Política


                              Sanata presidencial



                  "Sanata" es un término del lunfardo que se refiere al arte de hablar mucho y en realidad no decir nada.
                            Si lo usa un humorista es gracioso, pero en los políticos es sumamente peligroso.

                                                    Por Fernando Garriga


            a sanata se conoce como un género humorístico que fue  plataforma, que quizá se instale en Córdoba, nuestras naves van a
            recreado por el exitoso comediante Fidel Pintos; su  salir de la atmósfera, se van a remontar a la estratósfera, y desde
      Lhumor consistía en monologar largamente utilizando    ahí elegirán el lugar donde quieran ir, de tal forma que en una
      murmullos y palabras inconexas y sin sentido, pero manteniendo  hora y media podremos estar en Japón, Corea o en cualquier parte
      la postura y dando la apariencia de que se trataba de  del mundo y por supuesto, más adelante en otro planeta si se
      pensamientos profundos y coherentes. Por extensión, el término  detectavida".
      se incorporó al lunfardo, para denominar toda forma de hablar  Uno de las vertientes más preocupantes de la sanata
      confusa e incomprensible, en la que se expone un argumento sin  presidencial actual es la que, iniciada siete años atrás por Néstor
      sentido ni ideas claras. Una manera de hablar sin decir nada, pero  Kirchner, les dio excelentes resultados: hablar de la realidad
      conel fin que el interlocutorpiense que se hadichoalgo.  argentina como si les fuera ajena, como si los males fueran
          No escuchaba a un presidente argentino sanateando como lo  responsabilidad de otros, y no de las escasas bondades propias.
      hace la actual presidenta, desde que Menem en 1996 manifestó en  Por ejemplo, cuando la presidente dice que se le "hiela la sangre"
      un programa de televisión que: "Dentro de poco tiempo se va a  cuando los poderosos piden más y se olvidan de los más humildes,
      licitar un sistema de vuelos espaciales mediante el cual desde una  como si ella no tuviera nada que ver con la realidad argentina;
                                                             esto luego de visitar la ciudad de Tartagal que recientemente
                                                             sufrió un desastrenatural.
                                                                 Pero uno recuerda que en el 2006, ya en la gestión de su
                                                             marido, esa misma gente había sido castigada por un fenómeno
                                                             parecido que puso al desnudo la pobreza extrema, el abandono
                                                             más absoluto por parte del gobierno provincial y nacional y la
                                                             total falta de previsión. Aunque afirman que las obras para evitar
                                                             nuevos derrumbes en Tartagal ya están completadas en un "70
                                                             por ciento", lo cierto es que desde aquel aluvión ocurrido ya en la
                                                             era kirchnerista nada cambió no sólo en esa ciudad, sino en todas
                                                             las regiones del país donde la pobreza es "estructural". Pero si
                                                             tantos años en el poder absoluto del kirchnerismo -ya suman
                                          ‘                  siete, nada menos- nada se hizo para modificar esa situación, ¿con
                                                             qué audacia la Presidenta acusó una vez más a "los otros" por las
                                                             desgraciasnacionales?
                                                                 Para explicar la discursiva actual hay dos hipótesis: o nos
                                                             toman por estúpidos o lo que es peor, están convencidos de lo que
                                                             dicen, o sea que nuestros gobernantes viven en una realidad
                                                             virtual.
                                                                 Entre las frases de la presidenta hay de todo tipo, graciosas,
                                                             ridículas, patéticas y muchas dan vergüenza ajena. Las hay
                                                             hilarantes, como la que dijo en un acto en Olivos: "Cuando le
                                                             escuché decir (a Barack Obama) que los sindicatos no son parte
                                                             del problema sino parte de la solución y que quiere sindicatos
                                                             grandes (...), yo no sé si Obama habrá leído a Perón, pero déjenme
                                                             decirles que se le pareció mucho". Esta frase fue elegida como una
                                                             de lasmásdesopilantes del mes porperiodistasde AFP.
                                                  8              Y estamos en problemas, porque si la Presidenta considera
                                                             que el mercado de trabajo norteamericano se parece en algo al
                                                             nuestro, donde desde el peronismo se ha creado y utilizado el
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